Publicado el 27 de mayo de 2021
En los últimos tiempos, está surgiendo una cultura del café más especializada, que busca los sabores auténticos de calidad y aprecia todas sus cualidades organolépticas. Por este motivo, y dentro del boom de los cafés de filtro, volvemos a oír hablar del café de puchero. Ha llegado la hora de recordar el café casero y su elaboración tradicional para una experiencia muy hogareña. ¿Nos acompañas?
El café de puchero es una infusión de café que se caracteriza por su sabor intenso y muy particular, pues su elaboración sencilla en pota de peltre permite exprimir al máximo las propiedades de la materia prima. Podemos encontrarnos variaciones: el café de olla en México o el café de pota en Portugal, Brasil o Galicia. Sin embargo, comparten la misma esencia, pues todos ellos nacieron del ingenio de aquellas personas que no podían permitirse una cafetera y, en su defecto, utilizaban los utensilios más básicos de la cocina. Un recipiente y una tela, ya fuera un paño fino o un trapo, es todo lo que necesitaban para preparar un brebaje tan rústico como delicioso.
Ya fuera frente a la chimenea de la casa o en el bar del pueblo, el consumo del café de puchero siempre ha sido un momento especial. Aunque es el “café de todos los días”, el instante más adecuado para beberlo será tras una comida copiosa, disfrutando de ese fenómeno conocido como sobremesa.
De hecho, este tipo de café es una elección lógica tras el almuerzo. No solo apela a nuestro carácter español, como amantes de la tertulia y de tomarnos la tarde con calma, sino que su condición de café ligero y con menos cuerpo es estupenda para la digestión. ¿Ya conoces los beneficios de la cafeína? Su extracción en este caso es mayor, aprovechando todas sus virtudes.
Muchos recuerdan con cariño el proceso de preparación del café de pota, los ruidos del molinillo y el fuerte olor que impregnaba el ambiente tan pronto como se vertía en una taza de porcelana. Nuestras abuelas contaban con molinillos de café manuales y se encargaban ellas mismas de moler el grano, un método que puedes emplear en casa si dispones del tiempo necesario.
Se trata de una receta tan fácil que cada paso marca la diferencia. La calidad del grano es fundamental para obtener un buen café de pota, por lo que se deberán escoger granos de café 100% arábico con tueste natural. Una vez seleccionados, presta atención al triturarlos, pues la consistencia es igualmente importante. El resultado debe ser un café similar a la arena gruesa, muy distinto de aquel que emplearíamos en una cafetera italiana.
Seguro que te han entrado ganas de catar un café tan simbólico y nada te impide probar suerte en casa. Para empezar, dispón los utensilios en una mesa:
A continuación, prepara los ingredientes:
Antes de ponerte manos a la obra, ten en cuenta que el café de pota se debe degustar en el momento. No cuentes con recalentarlo: nuestro consejo es que lo bebas según haya reposado lo suficiente para ser consumido. Dicho esto, ¿cómo preparar un buen café de pota casero?
¿Te animas a seguir la receta? Puedes añadirle licor si así lo deseas, especialmente si tienes invitados. ¡Disfruta de tu sobremesa al estilo tradicional con un café de pota!.