Publicado el 19 de noviembre de 2010
En las diferentes fases que conforman el proceso de elaboración del café cabe destacar el procesado o método que se utiliza para secar el grano y separar la piel externa de la pulpa de la semilla.
Así, a través de la vía seca, el fruto se extiende en una superficie expuesta a la luz del sol, o en hornos, y se rastrilla con regularidad para evitar la fermentación y favorecer el secado uniforme. Tras éste, se extrae la piel externa y la pulpa de la cereza, quedando listo para su limpiado y calibrado.
A su vez, en la vía húmeda, los frutos se vierten en grandes contenedores donde se tratan con un laborioso método de limpieza a base de agua para separar las dos partes, causando un menor daño al fruto y conservando mejor las cualidades intrínsecas del grano.
En resumen, se pude decir que la diferencia básica entre sendos sistemas radica en el momento de separación de la piel externa y la pulpa. Mientras que en la vía húmeda se separan primero y posteriormente se secan, en la segunda opción se espera a que las cerezas se sequen para realizar la separación.